Despertar de un sueño maravilloso,
uno nunca desea.
Enloquezco cayendo al foso,
veo como te alejas.
Arqueado el horizonte,
laúd que suena,
así no amanecerá
y esa pena,
perdura en mi corazón,
ahogando mi existencia.
Midiendo el tiempo
apenas llega,
decir que fugaz,
así fue ella.
Cerrarle el paso
intenté con fuerza,
eternamente quise tenerla.
Anquilosado ante su belleza,
anunciándome su presencia,
y en un sueño todo queda.
Enterrada mi alma,
que espera vuelvas.
Y queda solo
reunir las letras,
primando siempre
que es la tercera,
enredo puede que pareciera,
amor, es el mensaje en ellas.
Autor: Manuel Lijó Moares
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