OBSESIÓN
Envidia y obsesión
malas compañeras,
que por mucho que quieras
tus cuentos son quimeras
y te llevan a la perdición.
La mano que te fue tendida
mordiste cual canalla,
iniciando una batalla
y construyendo una muralla
hecha a base de mentiras.
Y esa obsesión que te ciega
te llevará a la ruina,
destruyendo tu propia vida
y abriendo en tu carne una herida
que jamás cicatrizará.
Tu has elegido el camino
sin medir a tu oponente,
que esperará paciente
a ver tu caída inminente
pues escrito está tu destino.
Odio, rabia e impotencia
no te darán la razón,
y menos aún la traición
que envenena tu corazón
y te deja en evidencia.
Por más mentiras y rumores
que intentes extender,
con más fuerza has de padecer
cuanto daño, ejercer
pretendas con tus errores.
Que la justicia de los hombres
y también la divina,
a la vuelta de la esquina
te esperan con su doctrina
para causarte grandes horrores.
Y no es esto amenaza
si así lo quieres entender,
pues pronto vas a saber
que el que hace daño ha de tener
el castigo de la balanza.
Si tu vida carroñera
de parásito inmundo
cambiases hacia otro rumbo
y en un pensamiento profundo
echases tu rabia hacia afuera
es probable que algún día
vivieses tu propia vida
y encontrases la salida
del laberinto en que entraste
solo por tu frustración.
Autor: Manuel Lijó Moares
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