DEDICATORIA

A la sociedad, a la mentira, a la verdad, al odio, al amor, a la radio, a la vida, a la muerte y a la sinceridad, a los pobres, a los ricos, al perfume de una flor, a los justos y a los engreídos, a los sueños, a los niños, a las víctimas del terrorísmo, al presidiario, al político, a quien hace lo que puede, al que puede y no quiere, a quienes me han inspirado para escribir estos versos, a las personas maltratadas, al anciano y a sus canas, a la libertad, a la puta, al inmigrante, al cura, al soldado y a los que aquí he olvidado, a todos les dedico estos poemas y vaya por delante mis excusas más sinceras si a alguno he ofendido, pero esto es lo que pienso, lo que siento y lo que digo.
A unos para demostrarles el cariño que les tengo y a otros para recordarles que no lo están haciendo bien.
También dedico estos versos, a canallas y perversos, maltratadores, terrorístas, a la peor calaña humana, a la justicia aún cuando es ciega, al poder que castiga, censura y quita vidas, a los que hacen la guerra, al que tortura y mutila, deseando que algún día esa especie se extinga.
A todos menos a uno y si te das por aludido, solo tú sabrás porqué. A tí prefiero ignorarte, pues tu ayuda me negaste, mi desprecxio por delante, que el mundo da muchas vueltas y nos hemos de encontrar. El tiempo te ha reservado el lugar que te corresponde y ahí estaré yo para verte cuando aprendas la lección. Nunca olvidaré lo que hiciste, aunque tienes mi perdón.

DAME UN PÉTALO DE ROSA


Dame un pétalo de rosa
y te regalaré un poema,
dame las espinas
y dime que esperas.

Dame un beso de tus labios
y te daré una flor,
pero si me das desprecio
no esperes amor.

Dame tu presencia
cuando me veas solo,
y en tus horas bajas
tendrás mi apoyo.

Siembra hoy en mi tierra
y mañana habrá cosecha,
mas si hoy no plantas semilla
mañana solo hallarás hierba.

De tus actos de hoy
tendrás mañana los mios,
pero no pidas calor
donde solo diste frío.

Aprende a dar, si no sabes,
puedes necesitar mañana,
pero nunca lo des todo
o te quedarás sin nada.

Dame un halo de esperanza
cuando todo haya perdido,
y tendrás mi confianza,
y hallarás en mi un amigo.

Dame de lo que te sobra
que para mí, es suficiente,
ya que, el que hoy recibe,
mañana lo agradece.

Pero cuando des
hazlo con el corazón,
no por interés,
aunque sea una inversión.

Da siempre que puedas
a quien lo necesite,
y te volverá con creces
lo que un día diste.

La generosidad
es virtud que honra,
y no te cuesta tanto dar
cuando a ti te sobra.

Autor: Manuel Lijó Moares

2 comentarios:

  1. Sencillamente fantástica! Tu poesía es sencilla, bonita, fácil...... es un placer leerla, pues consigues sentir lo que expresa!
    Andrea

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  2. Muchas gracias, Andrea. Es un placer contar con personas como tú, que animan a seguir escribiendo.

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