Algún día, sin darte cuenta,
volverás tu mirada atrás,
al ver tu corazón vacío,
ya no sonreirás.
Algún día, cuando recuerdes
y no sientas lo mismo ya,
tu vida no tendrá sentido
y caminarás por caminar.
Ojalá no llegue ese día,
ojalá no llegue jamás,
pues más doloroso que enamorarse,
es tener que dejar de amar.
Y ese mismo día, si llega,
yo también miraré hacia atrás,
mi corazón estará vacío
y mi sonrisa no existirá.
Y ese día, cuando yo recuerde
y no sienta lo mismo ya,
mi vida no tendrá sentido
y caminaré por caminar.
Ojalá no llegue ese día,
ojalá no llegue jamás,
pero solo de nosotros depente
que eso pueda o no pasar.
Autor: Manuel Lijó Moares
No hay comentarios:
Publicar un comentario