DEDICATORIA

A la sociedad, a la mentira, a la verdad, al odio, al amor, a la radio, a la vida, a la muerte y a la sinceridad, a los pobres, a los ricos, al perfume de una flor, a los justos y a los engreídos, a los sueños, a los niños, a las víctimas del terrorísmo, al presidiario, al político, a quien hace lo que puede, al que puede y no quiere, a quienes me han inspirado para escribir estos versos, a las personas maltratadas, al anciano y a sus canas, a la libertad, a la puta, al inmigrante, al cura, al soldado y a los que aquí he olvidado, a todos les dedico estos poemas y vaya por delante mis excusas más sinceras si a alguno he ofendido, pero esto es lo que pienso, lo que siento y lo que digo.
A unos para demostrarles el cariño que les tengo y a otros para recordarles que no lo están haciendo bien.
También dedico estos versos, a canallas y perversos, maltratadores, terrorístas, a la peor calaña humana, a la justicia aún cuando es ciega, al poder que castiga, censura y quita vidas, a los que hacen la guerra, al que tortura y mutila, deseando que algún día esa especie se extinga.
A todos menos a uno y si te das por aludido, solo tú sabrás porqué. A tí prefiero ignorarte, pues tu ayuda me negaste, mi desprecxio por delante, que el mundo da muchas vueltas y nos hemos de encontrar. El tiempo te ha reservado el lugar que te corresponde y ahí estaré yo para verte cuando aprendas la lección. Nunca olvidaré lo que hiciste, aunque tienes mi perdón.

GALICIA


Madre de gente noble,
humilde y trabajadora,
de mujeres y hombres
que orgullosos te nombran.

Tierra a veces lejana
para el gallego emigrante,
cuna y camposanto,
pastos y mares.

Verde y frondosa,
húmeda y pura,
Galicia, hermosa
y a veces oscura.

Presente siempre
en el mundo entero,
estés donde estés,
siempre habrá un gallego.

Albariño y pulpo,
marisco y ribeiro,
queimada, filloas,
empanada y cachelos.

Sabores enxebres
de platos suculentos,
sabor a Galicia,
identidad de un pueblo.

Paisajes de bosques
playas y aldeas,
grabados en retinas,
morriña gallega.

Solo quien de Galicia
tuvo que marchar,
vio que en el mundo
no hay sitio igual.

Galicia, mi tierra,
gaita y tambor,
suena una muiñeira
y se olvida el dolor.

Tierra que acoge
al forastero
y le hace sentir
como un gallego.

Cantos que arrancan
los sentimientos
llevan mensaje
puro y sincero.

Galicia marinera
y la del labriego,
Galicia es costa
y tierra adentro.

Galicia tiene todo,
lluvia y sol,
Galicia enamora
y roba el corazón.

No hubo quien viniese
y después de ver,
a esta tierra meiga
no quisiera volver.

Autor: Manuel Lijó Moares

1 comentario:

  1. Has conseguido que me emocione y no me pasa con facilidad.
    Yo tambien soy gallego y hace muchos años que vivo fuera de Galicia. Y es verdad que hay que estar lejos para sentir lo que dices.
    Tu tambien lo has estado, por lo que veo.
    Viva mi tierra.
    Algún dia volvere, aunque solo sea para que me entierren ahi.
    Eres mucho mas que un poeta.
    Viva la madre que te parió.

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