DEDICATORIA

A la sociedad, a la mentira, a la verdad, al odio, al amor, a la radio, a la vida, a la muerte y a la sinceridad, a los pobres, a los ricos, al perfume de una flor, a los justos y a los engreídos, a los sueños, a los niños, a las víctimas del terrorísmo, al presidiario, al político, a quien hace lo que puede, al que puede y no quiere, a quienes me han inspirado para escribir estos versos, a las personas maltratadas, al anciano y a sus canas, a la libertad, a la puta, al inmigrante, al cura, al soldado y a los que aquí he olvidado, a todos les dedico estos poemas y vaya por delante mis excusas más sinceras si a alguno he ofendido, pero esto es lo que pienso, lo que siento y lo que digo.
A unos para demostrarles el cariño que les tengo y a otros para recordarles que no lo están haciendo bien.
También dedico estos versos, a canallas y perversos, maltratadores, terrorístas, a la peor calaña humana, a la justicia aún cuando es ciega, al poder que castiga, censura y quita vidas, a los que hacen la guerra, al que tortura y mutila, deseando que algún día esa especie se extinga.
A todos menos a uno y si te das por aludido, solo tú sabrás porqué. A tí prefiero ignorarte, pues tu ayuda me negaste, mi desprecxio por delante, que el mundo da muchas vueltas y nos hemos de encontrar. El tiempo te ha reservado el lugar que te corresponde y ahí estaré yo para verte cuando aprendas la lección. Nunca olvidaré lo que hiciste, aunque tienes mi perdón.

AMIGO


Si al necesitarte apareces
sin que tenga que llamarte
y estás siempre dispuesto
a entenderme y escucharme,
eres mi amigo.

Si cuando busco consejo
tus ojos guían mi ceguera
y te implicas sufriendo
como tuyos mis problemas,
eres mi amigo.

Si tus mejores momentos
conmigo los compartes
y me cuentas tus secretos
sin tener que preguntarte,
eres mi amigo.

Si mi amistad valoras
por encima de todo
y ante la adversidad
luchamos codo a codo
eres mi amigo.

Si al verme abatido
me ofreces tu hombro
y lloras conmigo
y conmigo tocas fondo,
eres mi amigo.

Conocido o compañero
no te hagas llamar amigo,
la amistad es algo serio
y se gana con los hechos,
ser amigo son derechos
que solo da el sacrificio.

Es por ello que un amigo
pocos llegan a tener,
y a menudo, cuando tienes
junto a tí a un buen amigo
no lo llegas a ver.

Llamas amigo a cualquiera,
con quien pasas buenos ratos,
con quien ries y a quien ves
tan solo de vez en cuando,
y en tus momentos amargos
no sabes donde encontrar.

Quien nunca tuvo un amigo
jamás sabrá valorar
cuan maravillosa es la vida,
cuando esta es compartida
por medio de la amistad.

Pero si hay alguien, que un día
por tí se jugó la vida,
renunció por tí a todo
sin importarle lo que perdía,
ese es tu amigo.

Y una vez lo has encontrado
no le des jamás la espalda,
perdónale cualquier fallo,
sé su amigo, sin dudarlo
y serás hombre feliz.

Autor: Manuel Lijó Moares

No hay comentarios:

Publicar un comentario