DEDICATORIA

A la sociedad, a la mentira, a la verdad, al odio, al amor, a la radio, a la vida, a la muerte y a la sinceridad, a los pobres, a los ricos, al perfume de una flor, a los justos y a los engreídos, a los sueños, a los niños, a las víctimas del terrorísmo, al presidiario, al político, a quien hace lo que puede, al que puede y no quiere, a quienes me han inspirado para escribir estos versos, a las personas maltratadas, al anciano y a sus canas, a la libertad, a la puta, al inmigrante, al cura, al soldado y a los que aquí he olvidado, a todos les dedico estos poemas y vaya por delante mis excusas más sinceras si a alguno he ofendido, pero esto es lo que pienso, lo que siento y lo que digo.
A unos para demostrarles el cariño que les tengo y a otros para recordarles que no lo están haciendo bien.
También dedico estos versos, a canallas y perversos, maltratadores, terrorístas, a la peor calaña humana, a la justicia aún cuando es ciega, al poder que castiga, censura y quita vidas, a los que hacen la guerra, al que tortura y mutila, deseando que algún día esa especie se extinga.
A todos menos a uno y si te das por aludido, solo tú sabrás porqué. A tí prefiero ignorarte, pues tu ayuda me negaste, mi desprecxio por delante, que el mundo da muchas vueltas y nos hemos de encontrar. El tiempo te ha reservado el lugar que te corresponde y ahí estaré yo para verte cuando aprendas la lección. Nunca olvidaré lo que hiciste, aunque tienes mi perdón.

HABÉIS CALLADO SUS VOCES (11 M)


Habéis callado sus voces,
¿qué decían que no os gustaba?
Habéis sesgado sus vidas,
¿es que no valían nada?

Hombres, mujeres y niños,
gente que luchaba por vivir cada día,
gente que amaba, gente que sentía,
personas y sus almas.

Habéis parado su tren,
pero no lograréis parar
el tren en que viaja ESPAÑA.

El tren que en su camino
reafirma la democracia,
el que no se detiene,
al que nadie calla,
ni las bombas del terrorísmo
ni las guerras, ni la infamia,
ni las mentiras que nos cuentan,
ni las verdades que se callan.

Habéis callado sus voces
pero no la voz de ESPAÑA.
La que suena como una,
la que grita y la que canta.

La que más allá de colores,
religiones o razas,
dice NO al TERRORÍSMO,
o a las guerras y desgracias
que producen otros hombres,
sin dignidad ni palabra.
Que por encima de ideologías
la LIBERTAD se alza.
Vuestra causa no vale una vida,
si esa vida es arrebatada.

Nos queda el recuerdo de
nuestros muertos.
A vosotros, no os queda nada.

Autor: Manuel Lijó Moares


A las víctimas del terrorísmo y a sus familias y amigos.
Escrito el 12 de marzo de 2004.
Con el deseo de que algún día, se conozca toda la verdad y "todos" los culpables sean descubiertos y juzgados.

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