DEDICATORIA

A la sociedad, a la mentira, a la verdad, al odio, al amor, a la radio, a la vida, a la muerte y a la sinceridad, a los pobres, a los ricos, al perfume de una flor, a los justos y a los engreídos, a los sueños, a los niños, a las víctimas del terrorísmo, al presidiario, al político, a quien hace lo que puede, al que puede y no quiere, a quienes me han inspirado para escribir estos versos, a las personas maltratadas, al anciano y a sus canas, a la libertad, a la puta, al inmigrante, al cura, al soldado y a los que aquí he olvidado, a todos les dedico estos poemas y vaya por delante mis excusas más sinceras si a alguno he ofendido, pero esto es lo que pienso, lo que siento y lo que digo.
A unos para demostrarles el cariño que les tengo y a otros para recordarles que no lo están haciendo bien.
También dedico estos versos, a canallas y perversos, maltratadores, terrorístas, a la peor calaña humana, a la justicia aún cuando es ciega, al poder que castiga, censura y quita vidas, a los que hacen la guerra, al que tortura y mutila, deseando que algún día esa especie se extinga.
A todos menos a uno y si te das por aludido, solo tú sabrás porqué. A tí prefiero ignorarte, pues tu ayuda me negaste, mi desprecxio por delante, que el mundo da muchas vueltas y nos hemos de encontrar. El tiempo te ha reservado el lugar que te corresponde y ahí estaré yo para verte cuando aprendas la lección. Nunca olvidaré lo que hiciste, aunque tienes mi perdón.

MUJER







Fuerte y sufrida,
dadora de vida,
en la historia perseguida,
injustamente tratada,
mujer, solo por nacer
debías de ser adorada.

Derechos pisoteados
durante tantos años,
y aún en este tiempo
de hipocresía y mentira,
mujer, sufres la tiranía
de quien te debe el ser.

Pues una mujer humillada,
por el hombre maltratada,
representa a toda mujer,
madre de quien maltrata,
esposa de quien humilla
e hija de ese mal ser.

Mujer, solo por ser mujer
a lo más alto te elevo
y concebir no puedo
que alguien te haga sufrir,
cuando ya es tanto el sufrimiento
para a un hombre parir.

Ejemplo tú de hermosura,
inspiración del arte,
deseo, mujer, de amarte,
y tus susurros al oído
escuchar quiero eternamente
como un canto celestial.

Un sueño hecho de carne,
capaz de cualquier cosa,
inteligente y hermosa,
calculadora y paciente,
trabajadora eficiente
por un injusto jornal.

Mujer, que injusto destino,
objeto de insinuaciones,
que te pongan condiciones
y tener que demostrar
día a día tus cualidades
para poder competir.

Que en las mismas condiciones,
mujer, si fueses hombre
más alto habrías llegado,
pero se te ha negado
que puedas ser igual,
y has de ir siempre detrás.

Revélate contra el mundo,
coge la sartén por el mango,
exige tu puesto y tu rango
y no te dejes pisar.
Mueve y remueve el sistema
que tienes las de ganar.

No aceptes las migajas
ni engaños complacientes,
que unidas, sois más fuertes
y si os cruzáis de brazos
las mentes más obtusas
tendrán que claudicar.

Autor: Manuel Lijó Moares

2 comentarios:

  1. Gracias, Manuel
    En mi nombre y el de todas las mujeres, gracias.
    Esto es un himno.
    Me encanta tu sensibilidad. Hay tanto amor en tus versos...
    Mil gracias

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  2. Soy hombre y también poeta, y se de los méritos que tienen las mujeres, y de lo poco que se le reconocen. Por ello Manuel te doy las gracias por haber escrito todas estas verdades, que juntas hacen la gran verdad... que la mujer solo por ser madre, ya es un ser superior... por ser fuente de vida, de ternura, de cuidado, de amor, etc. etc.
    Cordiales saludos amigo.

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