Frío, transparente y cortante,
duro y quebradizo,
cual cristal, como un diamante,
así es tu carácter.
Eres todo y nada eres,
como el sabio que no sabe,
como el fuego que no quema,
como el leño que no arde.
Das todo a quien lo merece
y en castigar no vacilas,
a quien daño hace en tu carne,
quitándole hasta la vida.
Eres fuerte en carne débil,
no eres luz, pero iluminas,
eres angosto sendero
por el que muchos caminan.
Eres palabra sin voz,
que se escucha o se adivina,
eres voluntad de otros,
sin calvario y sin fatiga.
Eres líder, aún sin fieles,
cualquier situación dominas,
para ellos, dulces mieles,
para tí, amarga vida.
Autor: Manuel Lijó Moares
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